Fin de Semana en la Paz

Con la cantidad de vuelos directos a las playas mexicanas, hoy en día es muy fácil planear unos días de descanso y desconectarte de la rutina del diario. En esta ocasión decidimos viajar en fin de semana al mágico destino de La Paz, BCS, la puerta de entrada al mar de Cortés. Un destino donde puedes encontrar cerca de tres mil especies de animales marinos, y que justamente por esta riqueza biológica es considerado uno de los escenarios naturales más maravillosos del mundo; Jacques Cousteau no se equivocó cuando lo llamó “El acuario más grande del mundo”.

Llegamos el viernes al medio día al aeropuerto de La Paz, en un vuelo de dos horas operado por Tar, y nos fuimos directos a registrarnos en el hotel. Costa Baja resort & spa se encuentra a 25 minutos del aeropuerto y es el mejor resort de la ciudad.

Cuenta con playa, alberca, gimnasio, campo de golf de la firma de Gary Player y marina. Al llegar nos recibieron con una bebida de bienvenida y en el registro fueron muy amables y rápidos. Tuvimos tiempo para ir a dejar las maletas a la habitación, ya que nos esperaban en el restaurante del hotel Mosaic con un menú especial de las recomendaciones del chef.

Terminando de comer queríamos aprovechar el día e ir a la ciudad para conocer  todo lo que La Paz ofrece y qué mejor manera que tomando el City tour, guiado por el centro histórico y el malecón, que tiene una duración de 2 horas y te dan la opción de conocer lo histórico, lo cultural o su gastronomía.

Al siguiente día bajamos a desayunar en el hotel y nos dirigimos inmediatamente rumbo a la playa de Balandra, a 10 minutos en auto. Esta singular playa, conocida por su poca profundidad, el hermoso color de sus aguas y su piedra en forma de hongo. Puedes caminar mas de 100 metros dentro del mar y el agua te sigue llegando debajo de las rodillas. Según la encuesta realizada recientemente a los lectores de USA Today, Balandra es la playa más bonita de México, un nombramiento con el que estoy de acuerdo, y que por esa publicidad muy pronto será la más famosa.

Después de disfrutar de la playa por un par de horas, regresamos al hotel a refrescarnos e iniciar el recorrido de una hora por carretera para conocer el pueblo mágico de Todos Santos. Población que se encuentra al sur de La Paz, en la misma dirección hacia Los Cabos. Al llegar al pueblo nos dirigimos al famoso hotel California, donde ya nos esperaban para darnos un recorrido y explicarnos las leyendas del hotel. Aprovechamos para comer allí mismo y, al terminar, salir a conocer la magia del pueblo. Las calles alrededor de su iglesia son las más pintorescas y en ellas encuentras la mayoría de los comercios. Todos Santos cuenta también con espléndidas playas a mar abierto, por lo que en la actualidad esta región es conocida como “Ventana al Pacifico”. Sus principales playas son San Pedrito, Los Cerritos, La Poza, Batequitos y Los Esteros, la mayoría de ellas con fuerte oleaje, razón por la cual son muy visitadas durante todo el año por aficionados y expertos surfistas.

Al tercer día nos levantamos muy temprano, sabíamos que ese era “el día”, era día de navegar, llegó el momento de visitar el archipiélago Espíritu Santo, un bellísimo ecosistema totalmente deshabitado —protegido por la UNESCO— que se encuentra a hora y media en lancha saliendo desde el malecón.

Compuesto por distintas islas, podrías pasar una semana entera recorriendo una por una y no aburrirnos, pues cada bahía alberga especies distintas e impresionantes paisajes de piedra caliza de color naranja que contrastan con el turquesa del mar. Al llegar a las islas, el capitán se dirigió a la isla Partida, allí encuentras la lobera marina más grande de México, donde esnorqueleamos con ellos.

Antes de entrar a nadar, listos con nuestros trajes de buceo, era importante saber las reglas: no acercarse demasiado a las zonas rocosas donde están sus colonias, para que no se sientan amenazados; si te muestran los dientes, aléjate, pues probablemente estén molestos, y si se acercan para jugar contigo, sobre todo los más pequeños hacen esto, cerrar los puños, ya que pueden confundir tus dedos con estrellas de mar y, como son muy juguetones, morderlas.

Ni hablar, esta experiencia a sido una de las más espectaculares en mi vida, apenas entras al agua ya puedes admirar los arrecifes y los miles de peces de colores, al mismo tiempo que estás nadando entre lobos marinos.

De regreso a La Paz los tours normalmente paran en otra playa virgen para que puedas bajar de la lancha y comer un poco, al mismo tiempo que aprovechas para asolearte y descansar.

Ya casi al llegar, a no más de 15 minutos del malecón, bajamos la velocidad, nos preparamos para una última hazaña: buscar tiburones ballena. Puedes esnorquelear con ellos sin problemas, pero igualmente hay una regla para que sea lo menos invasivo posible: no tocarlos para no alterar su hábitat. Desgraciadamente para nosotros ya era el fin de la temporada y no tuvimos suerte de encontrarlos; las mejores fechas son de diciembre a abril.

El lunes aprovechamos que nuestro vuelo de regreso salía más tarde, así que decidimos pasar la mañana a probar el paddle board frente al malecón. Allí encuentras la empresa Paddle Board Harker Board Co. donde puedes rentar tu equipo y, si nunca lo has practicado, ahí te enseñan las técnicas básicas para hacerlo bien. Después, ya solo fuimos a cambiarnos al hotel y de allí al aeropuerto.

“Es fabuloso tener a tu lado derecho un paisaje repleto de cactus y vegetación desértica, y al otro lado un hermoso mar azul turquesa”.

“La Ciudad de La Paz se caracteriza por poseer hermosas playas ideales para el descanso y la recreación, como la práctica de deportes acuáticos”.

“Las playas más recomendadas son El Tecolote, Caimancito, balneario El Coromuel, Pichilingue, El Tesoro, La Ventana, Bahía de los Sueños, entre otras”.