Una aventura llamada África
Por: Viviana y Javier.
@habibi_adventures
Pensar en África es pensar en lo remoto, lo natural y lo exótico; así lo imaginábamos
Intentábamos crear en nuestras mentes imágenes que describieran a este interesante continente negro del que tanto habíamos escuchado hablar y del que habíamos visto algún programa de televisión, de esos que te vuelves “experto” en el mundo animal. Sin embargo, esas imágenes no fueron suficientes para satisfacer nuestra curiosidad, así que decidimos lanzarnos a la aventura africana y captar con nuestros propios ojos esas maravillas naturales y geográficas que este increíble territorio ofrece.
Sin embargo, no lo haríamos de manera convencional, esta vez lo haríamos sobre dos ruedas. Comenzaríamos de sur a norte, arrancando en esta ocasión desde Sudáfrica, pasando por Botsuana y terminando en Zimbabue.
Nuestro primer destino fue la Ciudad del Cabo (Cape Town), ciudad portuaria en la costa oeste de Sudáfrica, situada en una península bajo la imponente Montaña de la Mesa. Esta ciudad y sus alrededores merecen un artículo por sí solo, mismo que sin duda compartiremos con ustedes mas adelante. En Ciudad del Cabo rentamos la moto en la que realizaríamos la excursión y la que también sería, desde ese momento, nuestra compañera de viaje.
Increíblemente emocionados, llenos de expectativas, perfectamente equipados y con casco puesto, fue que salimos de Ciudad del Cabo rumbo al norte.
Desierto rojo
Después de algunos kilómetros recorridos, comenzamos a adentrarnos en el desierto de Kalahari, que podría traducirse como “gran sed”, conocido como el desierto rojo por el color de su arena; este desierto atraviesa tres países africanos: Sudáfrica, Botsuana y Namibia.
En este trayecto pudimos disfrutar de increíbles paisajes. Su color rojizo te lleva extasiado en un interminable atardecer, y en las noches el espectáculo continúa con cielos completamente despejados, que te permiten ver claramente la Vía Láctea.
Inmersos en su hábitat
Conforme continuábamos el viaje, el paisaje fue cambiando, y la flora y la fauna también; eso nos quedaría clarísimo cuando rodamos en el norte de Botsuana, pues aquí experimentamos un auténtico “self game drive”.
Para nuestra gran sorpresa, los primeros en aparecer fueron los elefantes, los cuales cruzaban campantes la carretera sin inmutarse de nuestra presencia, ni la de algunos otros coches que también circulaban por la autopista.
Kilómetros atrás, ya algún señalamiento de tránsito de “cruce de elefantes” nos había advertido que esto podía suceder, pero no esperábamos que sucedería en un sentido tan literal. Nos sentíamos como unos niños en el zoológico, pues no dábamos crédito de lo que veíamos, y eso sería sólo el comienzo…
Deteníamos la moto por algunos minutos para contemplar en silencio y a distancia aquellos animales salvajes que caminaban lentamente en manada, alguna jirafa detenida al filo de la carretera alimentándose de algún árbol. Búfalos que nos parecían simpáticos, pues daban la impresión de tener todos el mismo peinado de raya en medio por la forma de su cornamenta. Nos quedaba duda que ellos estaban en su hábitat y que los intrusos ahí, éramos nosotros.
Después de este gran recorrido, llegamos a Kasane, una ciudad situada al norte de Botsuana, en donde se encuentra el Parque Nacional Chobe. Cabe mencionar que esta ciudad cuenta con un aeropuerto internacional, ideal para quienes deseen visitar este lugar por avión.
Un hotel entre elefantes
Nos hospedamos en el Elephant Valley Lodge, incrustado en el Valle Lesoma, lugar que alberga a la población mas grande de elefantes africanos a nivel mundial, por lo que aquí, por ejemplo, bien puedes estar deleitando una deliciosa cena y al mismo tiempo disfrutando de una continua pasarela de elefantes, algunos acompañados de sus pequeñas crías, quienes para refrescarse se detienen en el ojo de agua natural que se encuentra justo frente al restaurante.
El hotel ofrece las visitas al Parque Nacional Chobe. Los lugareños denominarían a estas visitas como “game drives”, pues como ellos mismos explican, el juego consiste en subir a una cómoda camioneta 4×4 abierta o un pequeño crucero e ir en búsqueda del avistamiento responsable de animales.
Sin embargo, el juego nunca será el mismo, pues de un momento a otro el paisaje cambia y la fauna también. Es un mundo en movimiento, así que hay que ir bien atentos para encontrar a tu animal favorito, pues podría estar camuflado detrás de algún arbusto.
Existen salidas por la mañana y por la tarde, ya sea en camionetas 4×4 abiertas o en crucero. Los paisajes que ahí vimos nos parecían una fantasía, el rio Chobe reflejaba en sus aguas la naturaleza en perfecto equilibrio y armonía que parecía salir de una película animada en donde elefantes nadando (si, nadando), hipopótamos, leones, cebras, changos, cocodrilos, impalas y garzas eran los personajes principales.
Cataratas Victoria
Después de esa increíble experiencia y con el corazón lleno de emociones, seguimos nuestra rodada hacia el norte, nos dirigíamos ahora a las Cataratas Victoria.
Las Cataratas Victoria (Victoria Falls) forman la frontera natural entre Zambia y Zimbabue, y representan una de las caídas de agua más espectaculares del mundo, conocidas en su momento por las tribus locales como ‘el humo que truena’, debido al manto denso y ruidoso que forma el agua cuando cae y vuelve a subir rebotando. Es posible admirarlas a pie desde ambos lados, nosotros lo hicimos desde Zimbabue, donde existen bastantes miradores y una red de pasarelas y caminos que te permiten admirarlas desde varios ángulos.
Existen varios operadores turísticos que ofrecen el tour de un día, saliendo desde Kasane a las cataratas por la mañana y vuelta por la tarde. Aunque si quieres llegar directo, existe también un pequeño aeropuerto a unos 15 km de distancia de las mismas.
Finalmente, nos despedimos del continente africano con una de las experiencias más impresionantes que se pueden vivir en África austral. Disfrutamos de una vista panorámica sobre las cataratas y río Zambezi en un emocionante vuelo en helicóptero, en el que sin duda tuvimos la oportunidad de fotografiar con nuestros propios ojos y guardar imágenes en nuestra mente de aquella fascinante maravilla natural, cumpliendo así el propósito de nuestro viaje.
Vive de Tour:
¿Dónde dormir?
Elephant Valley Lodge (Lesoma Valley, Chobe, Botsuana). T/: +27 11 568 2799.
¿Dónde comer?
El Elephant Valley sirve comidas en diferentes lugares, todos con vistas al abrevadero. Los huéspedes también disfrutar del el salón abierto, el bar o la terraza.
¿Qué hacer?
Ir al Parque Nacional Chobe, famoso por su gran concentración de elefantes.
Lleva contigo:
Usa ropa cómoda.
Gorra o sombrero.
Gafas de sol, protector solar y antimosquitos.
Si quieres hacer un safari necesitas: pasaporte, visas, licencia para conducir, los documentos del seguro del viaje y los certificados de vacunación (si son necesarios).
Tip de viaje:
No vistas prendas brillantes, ya que ciertos colores luminosos podrían llamar demasiado la atención de los animales o podrían hacer que se alejen. Mejor usa ropa con colores como kaki, marrón, verde o amarillos suaves.